lunes, 11 de septiembre de 2017

Nuevos baneos

¡¡Hola a todos!!¡¡ Miteros y Miteras!!

Solo informaros que a partir de hoy ya entran en vigor los nuevos baneos.
-Choque de espadas
-Templo Akari
-El gran árbol de Saena
-Nube voladora

¡¡A disfrutar!!

sábado, 9 de septiembre de 2017

Report Banea Bcn

 Los cuatro tipos apuraron sus licores, mientras el posadero les miraba nervioso. "Insensatos. Nadie regresa con vida de Zalsgrub, ¡el castillo de irás pero no volverás!". Los hermanos ladrones rieron mirando de soslayo mientras jugaban con sus espadas curvas. "Grandes tesoros nos esperan, abuelo. ¡Ten tu mejor cerveza preparada junto a un buen manjar para cuando volvamos!". El guerrero de hielo Yandros pagó con 1 desgastada moneda al tabernero. "En marcha, el tiempo apremia." Una bocanada de gélido vaho salió de su boca al hablar. La cuarta figura, el elfo oscuro, levantó una mano enguantada en cuero. "Aguarda. Falta el quinto hombre..." Los dos ladrones negaron con la cabeza "El egipcio Gerigó no aparece y debemos partir ya, está amaneciendo..." El jotún de hielo maldijo por lo bajo y los cuatro guerreros partieron hacia las ruinas de Zalsgrub, con el sol despertándose a sus espaldas.




 Llegaron al castillo al atardecer, un manto dorado bañaba las antiguas ruinas exteriores. Allí les esperaba el mercader Simons, junto a la única muralla en pie. Más allá se encontraba la entrada a las mazmorras de Zalsgrub. El mercader los avitualló con varios menesteres, pociones de los grandes templos orientales y unos sellos mágicos de protección. Pronto llegaron al umbral de la entrada, la escalinata medio derruida bajaba y se adentraba en las sombras, la luz de las antorchas les iluminaba.

 Vagaron por los laberínticos pasadizos cubiertos de polvo y moho, pronto llegaron a una sala donde les aguardaban sus primeros enemigos. El elfo oscuro arqueó una ceja. "¡Jox el maestro bribón! Te creía muerto en la batalla de Asgard..." El maestro asesino blandía una hoja que destellaba con rayos. Él y su banda les atacaron sin dudar. Las espadas chocaron, pero la sabiduría de los cuatro guerreros se impuso y los enemigos fueron cayendo. El nórdico golpeó iracundo al asesino aunque su capa de plumas lo protegió, y una estocada rápida hirió al jotún. Pero una espada desde las sombras bloqueó su segundo ataque, y el elfo oscuro surgió de la niebla y contraatacó con una lluvia de golpes y el recuerdo de Asgard en su memoria. Finalmente la banda del bribón cayó y tras curarse con las pociones prosiguieron su camino.

 Los ladrones, acostumbrados a las cuevas, guiaron a través de las mazmorras durante varias horas, finalmente llegaron a una gran estancia. "Acólitos del dios Nyarla!  Hay decenas de ellos!" Los cuatro guerreros prepararon sus armas. Una multitud de monjes con máscaras se abalanzaron contra ellos, pero no eran rival. Las dagas y cimitarras de los ladrones acuchillaban y cercenaban miembros, mientras el elfo oscuro disparaba ráfagas de flechas a diesta y siniestra. El jotún lanzaba rayos de hielo congelando a los acólitos, que caían torpes al suelo y estallaban en mil pedazos.


 Pronto llegaron a una nueva sala enorme, adornada con estandartes anaranjados. Una docena de cuerpos de guerreros yacían sin vida pero sin signos de violencia. Al otro extremo un hechicero levitaba sobre un altar obsceno. "¡Maldición, es Akvan! Él también busca el tesoro de zalsgrub! Estamos apañados!" bramó el nórdico jotún. Una onda psíquica golpeó a uno de los ladrones mientras el resto del grupo corría a buscar cobertura. Los ataques a distancia rebotaban en su escudo lunar. Finalmente uno de los hermanos logró acercarse y quedar a distancia de su espada curva y decapitó al hechicero vengando a su hermano caído. Tras esto avanzaron por una gruta al interior de la montaña.


 El lugar era apestoso y húmedo. Aquel era el hogar de los moradores de las tinieblas. Los sellos del mercader empezaron a brillar en señal de protesta. Llegaron a un río subterráneo donde el ladrón lavó sus heridas. Y allí las criaturas los emboscaron. Las espadas y hachas chocaban contra las garras de los seres, y pronto el suelo se tiñó de rojo. El elfo oscuro se protegía con hechizos de ocultamiento, mientras arremetía con su espada contra enemigos que no lo podían ver. La batalla fue sangrienta y los moradores les superaban en número, pero lograron acabar con ellos... Aunque uno de los guerreros no aguantó las heridas y cayó... Pero el elfo oscuro y el guerrero de hielo siguieron avanzando hasta que la gruta se abrió al exterior. ¡Por fin luz y aire!


 Un gran patio de piedra se extendía ante ellos y al final de la plaza esperaban los legendarios guardianes de zalsgrub. El gigante de hierro y la bruja piromante. "Atsal es mio!" bramó el jotún mientras corría hacia el coloso con su gran hacha de hielo preparada. Ambos oponentes intercambiaron golpes en una titánica lucha. Mientras, la piromante, que flotaba sobre una nube mágica, lanzaba lenguas de fuego y proyectiles mágicos, que el elfo esquivaba gracias a las técnicas de ocultación de su maestra Alisia. La hechicera estaba casi exhausta cuando el elfo le lanzó una red de hielo, aprisionándola hasta darle el golpe de gracia. Al otro extremo del patio, el guerrero de hielo perdía su hilo de vida, la nieve roja a su alrededor presagiaba su fin. El ciclópeo ser Atsal gritó triunfante quitándose el yelmo de hierro destrozado por los golpes del jotún. Cargó contra el elfo pero este a duras penas pudo repeler sus embestidas. Un error de cálculo en su último ataque dejó su cabeza sin casco expuesta, y el elfo oscuro clavó su daga traicionera en su cuello, terminando el combate.


 Con el cuerpo salpicado de heridas y sangrando, el elfo oscuro atravesó el enorme pórtico hacia lo que parecían ser los jardines sagrados de zalsgrub, donde aguardaba su recompensa. Bajó por un camino de obsidiana hasta un pequeño trozo de tierra húmeda y fértil, allí estaba su preciado tesoro. Rodeado de plantas, allí se agachó y arrancó el pequeño bonsái de sus raíces para guardarlo en su zurrón.


 Dramatis personae:
Hermanos ladrones: Marc y Didac con Cueva de ladrones de dioses mezcla y mortales persas respectivamente
Guerrero de hielo: Mario con Jotunheim de nórdicos
Jerigó el egipcio: Gerard con Maat y dioses egipcios
Elfo oscuro: Robert con Svartalfeim y dioses mezcla
Mercader Simons: Marc Simó y Alba Aragón firmando cartas
Acólitos de Nyar: jugadores con Kadath y máscaras
Jox maestro bribón: Hoxx con Cueva de ladrones y dioses mezcla
Banda de ladrones: jugadores con Cueva de ladrones
Akvan el hechicero: Dabla con Shangrila y Maldicion de akvan
La piromante: Sara con Constantinopla de quemar P y Kugusychi Vesta etc top4
El gigante Atsal: Chester con Tártaro y Atlas Océano etc top4 y top2
Bonsái: Árbol de Saena carta baneada
Ruinas de Zalsgrub: Cafetería Zalsburg